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viernes, 23 de mayo de 2014

Mi BSO para Ciencia y revolución

Hace un par de meses, mientras esperaba a que Ciencia y revolución estuviese en la calle (y en mi estantería), me senté a componer una canción para el libro, en parte porque soy una de esas personas que no pueden estar sin hacer cosas peregrinas y aparentemente innecesarias. Quería ver si era capaz de captar la esencia, el tono, el espíritu. No fue fácil condensarlo todo en una pieza, pero al final salió esto. Con sabor clásico; sin batería, ni guitarras eléctricas, ni efectos futuristas, pero es que hay un momento para todo. Y yo creo que a Mikelu Savanna, el profesor que protagoniza el libro, le pegan esas primeras notas tímidas y reposadas, que demuestran luego un carácter más fuerte y decidido, y que se entremezclan entonces con episodios de efusión que no son otra cosa que esas historias épicas que nos cuenta Mikelu a lo largo de su charla, para adquirir en las últimas vueltas un crescendo con visos de inevitabilidad y terminar en esa melodía que se va apagando pero sigue, de algún modo, presente.

La verdad es que no estaba seguro de si debía mostraros esta canción, porque me queda mucho por aprender, porque no es nada del otro mundo, y por mil razones más. Pero os la muestro porque si la compuse fue para que acompañase al libro, esa es su razón de ser, y este es su momento. Así que ahí va:





*NOTA: Aprovecho para avisaros de que el libro ya está en distribución, es decir, que además de tenerlo en la web de la editorial y en amazon, podéis buscarlo en librerías o pedir que os lo traigan si no lo tienen.

martes, 13 de mayo de 2014

Alimañas, de Óscar Pérez Varela



Texto de contraportada (Saco de huesos):

Si los que no han tenido que luchar jamás no reparan en el coraje que mostraste, sino en las cicatrices con que te marcó cada pelea, puede que Alimañas se convierta en tu libro de cabecera.
Alimañas es una fábula existencialista. Un viaje iniciático. Un libro de arte y citas filosóficas. Una calumnia encanallada que esconde verdades hirientes. Un delirio demencial hecho de cemento, hormigón y la sangre de otros. Lo que no quieres saber, pero tienes que afrontar a la fuerza. La válvula de seguridad que es la fantasía estallando en mil fragmentos. Cipión y Berganza destrozados a dentelladas; Bola de Nieve, Chillón y Boxes condenados a la peor de las muertes. La pesadilla de Esopo en el Madrid de hoy. La historia de gatitos que jamás filmaría la Pixar. La novela de realismo sucio que no llevaría a la pantalla Abel Ferrara. La apuesta editorial del margen que ningúna otra editorial se atrevió a secundar. La clase de libro que solo Saco de Huesos puede ofrecer.

A Óscar Pérez Varela, alias Crocop, le conozco por sus comentarios en ociozero y por sus relatos en Calabazas en el trastero, a veces ejercicios de erudición y a veces de crudeza, pero siempre memorables. Con solo esto, varias recomendaciones y la lectura de la sinopsis que os he reproducido, apenas sabía qué me iba a encontrar al leer Alimañas. Confiaba en que fuese algo bueno, con la prosa trabajada de Crocop y todo su significado. También esperaba, como dice la contraportada, «un libro de arte y citas filosóficas», y además algo de rebeldía y profundidad, algo de esa belleza sucia de los escritores extremos, y el par de láminas que había visto de Jean Gilbert Capietto prometían mucho en esta dirección.

En su libro Schadenfreude, ganador del premio literario de terror de Maracena y publicado por Almuzara, que por cierto promete bastante brutalidad, Crocop se ayuda de mis muy apreciados Rammstein para complementar la palabra escrita. En Alimañas no tenemos metal industrial (quizá tampoco le fuese bien. Yo le habría puesto algo de progresivo, algo de Tool, o mejor aún, algo de blues desgañitado, algo de Howlin' Wolf), pero sí que tenemos la acuarela de Capietto, que también es brutal y desgarradora, con un sentido estético envidiable y, a ratos, narrativo por sí mismo. Los chicos de la editorial Saco de huesos han bordado la maquetación. Por un lado el resultado es uno de esos libros que tienen valor incluso como objeto, y por el otro se ha logrado que las imágenes y el texto confluyan de la mejor de las maneras, que ver la ilustración adecuada en el momento preciso se traduzca en otra forma de narrar, otra forma de cerrar un párrafo demoledor o de alimentar la semilla de una incertidumbre.

Alimañas es la historia del camino que todos recorremos, traducida a clave de fábula. Cada breve escena, precedida de una cita y profusamente ilustrada, nos invitará a reflexionar sobre las formas de afrontar la vida y los conflictos, sobre el significado y los orígenes de conceptos como el miedo, la identidad individual o los lazos afectivos. Seguiremos a la gata callejera Tormenta a lo largo de su rito iniciático. Aprenderá a sobrevivir por sí misma, a trazar su propia identidad y a combatir a zarpazos el miedo a la muerte, a la soledad y al castigo social. Y cada una de esas escenas merecerá una pausa y una reflexión, y estoy convencido de que no todos los lectores llegaremos a las mismas conclusiones ni sentiremos las mismas cosas al presenciar, por ejemplo, el intento del loro Salomón de cruzar la M-30 o el episodio que tiene Tormenta con los patos del estanque del Retiro. 

Os dije antes lo que esperaba encontrar, y ahora toca decir lo que encontré al leer la novela del tirón, en una noche tras la que me tocaba el madrugón. Encontré una crudeza menos intensa de lo que esperaba pero mucho más presente y ominosa, como un manto pesado sobre el pecho. Una avalancha de guiños, significados, ventanas al autor, que se suele decir, y mucha, mucha profundidad. Las alucinantes ilustraciones de Jean Gilbert Capietto, que van al sentimiento, que transmiten siempre un poco más de lo que ilustran. Encontré en definitiva todo lo bueno que esperaba, pero me sorprendió la belleza y el trabajo del conjunto. Esa belleza sucia, real, cruda, auténtica y muy, muy empática que todos podemos reconocer. Ese trabajo incansable para recabar cada cita, para repasar cada escena y cada párrafo, junto al trabajo del ilustrador y la editorial, para crear algo muy, muy grande.

Lo peor con diferencia de este libro es que, por su naturaleza, tiene papeletas para pasar desapercibido. Ojalá me equivoque y no sea así. Yo aporto mi grano de arena con esta recomendación: no os lo perdáis si tenéis oportunidad de leerlo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Ciencia y revolución, ¡ya a la venta!


Ha costado, pero ya está aquí: mi segunda novela (novela antológica) sale a la luz. Me lanzo de cabeza a lo que más me gusta, la ciencia ficción, y como os contaba hace unos meses, si le dáis una oportunidad y buceáis entre sus páginas asistiréis a:
«la invención de un instrumento musical que puede controlar nuestra mente, al surgimiento de grupos de econoterroristas, a las consecuencias imprevistas de la revolución marciana y a algunas cosas tan increíbles como la transformación de un ser humano en un dios.» 
Pero hay muchas cosas más, como la capacidad de ver nuestros sueños o decidir qué recordamos y qué no; como el trazado de un mapa bidimensional del espaciotiempo o el uso de la radiación solar como golpe de gracia en una guerra.

Y también reflexiones sobre lo que es la ciencia ficción como género, la literatura como su vehículo, y la sociedad como su emisora y depositaria. Sobre la crisis económica y sistémica y las revoluciones sociales, culturales y tecnológicas que estamos viviendo. Y sobre lo que quedará de ellas, y lo que dirán de ellas los profesores de historia de nuestros tataranietos.

Por mucho que mi anterior novela El rebaño del lobo fuese una distopía de presente inmediato y se la pueda considerar ciencia ficción, creo que en Ciencia y revolución soy un poco más consciente del género. Por eso digo que los relatos que se entremezclan con la trama principal son mis primeros relatos de ciencia ficción, los primeros en los que hacía un ejercicio consciente de especular, de cuestionarme las cosas y plantear problemas de forma disociada o sugerir muy levemente alguna o varias de entre un abanico de soluciones. También hay metaliteratura, como en muchos de mis escritos y... y me estoy alargando mucho, y tampoco tiene sentido: tenéis que leerlo por vosotros mismos, si queréis.
 
Así que lo que os ofrezco humildemente son ciento setenta páginas de ciencia ficción, revolución, especulación, aventura, mucho esfuerzo y muchas ganas de contar una historia que conmueva y haga pensar, y lo tenéis en la web de la editorial, Libralia, en el portal de libros Click&Read y en Amazon, y dentro de un poco más podréis pedirlo en librerías.

Os dejo con la sinopsis y los datos del libro:
«Pues al igual que en aquellos años, en los albores de nuestra quinta edad, existen ahora gentes como ustedes y como yo que escribirán para ser olvidadas. Gentes que sueñan, ya sea con mundos entre las estrellas o con épicas tierras de fantasía, ya sea con vidas pasadas o con terrores ocultos en el límite de nuestra imaginación.»
Así habla ante sus alumnos Mikelu Savanna durante su exposición oral: Literatura de inicios del siglo XXI: Ciencia y revolución. Durante su digresión, el profesor desmigajará los entresijos de la literatura y la política de un periodo en el que muchos creían que la ciencia ficción estaba poco menos que en peligro de extinción: nuestra época, el siglo veintiuno. Para ayudarse en esta tarea, Mikelu Savanna mostrará a sus alumnos una serie de relatos escritos durante esta convulsa época de revoluciones sociales, crisis económica e increíbles avances científicos. El aula magna se convertirá, ante la guía del enigmático profesor, en una España desmemoriada, y también en una Grecia militarizada. Junto al resto de alumnos, el lector recorrerá las arenas de un oriente medio poblado de econo-terroristas, trazará un mapa del espacio-tiempo; asistirá al concilio posterior a la revolución marciana y, por qué no: al nacimiento de un dios entre los hombres.
Precio: 12€
Colección: Planeta Mercurio, nº 4
Año de edición: Marzo 2014
ISBN: 978-84-16101-10-8
Páginas: 170
Encuadernación: Tapa blanda con solapa