Cuando me enteré de que PriceMinister nos ofrecía a los bloggers la oportunidad de elegir de entre una selección previa uno de los libros aparecidos en 2012 para leerlo y comentarlo en nuestra web, la decisión fue bastante sencilla. Elegí La hora del mar, del malagueño Carlos Sisí, porque era el único libro de la lista que cumplía dos importantes condiciones: era literatura de género, y además de un autor español.
Carlos Sisí se ha labrado un nombre en el mundillo gracias al espaldarazo que le proporcionó su serie Los caminantes, en la que al más puro estilo de Max Brooks y su Guerra Mundial Z, nos mostraba su idea de lo que sería el apocalípsis zombie en la soleada joya del sur. No he leído esta saga, por lo que tenía curiosidad por ver cómo se defendía Carlos frente al teclado, especialmente en este nuevo libro suyo en que se desmarca de la temática zombie.
Este es el texto de la contraportada:
Unos días antes de la noche de San Juan, los océanos de todo el mundo se llenan de peces muertos. El fenómeno llama la atención de las agencias medioambientales, que no encuentran explicación alguna. A bordo del barco Vizconde de Eza, un grupo de biólogos y geólogos parten hacia el Mediterráneo parra realizar un informe, pero acaban asistiendo, con infinito horror, a una de las experiencias más increíbles de toda su vida.
Al mismo tiempo, los fondos marinos explotan: una cadena de seísmos submarinos asola los mares con fatales consecuencias en las costas. Esto, sin embargo, es sólo el principio de una serie de acontecimientos que pondrá a la Humanidad en jaque a medida que ésta se enfrente a un inesperado adversario: el planeta Tierra.
La hora del mar es una alucinante propuesta del autor de la aclamada saga «Los Caminantes». Carlos Sisí ha vuelto a dar forma a una elaborada trama que no da un instante de respiro y nos transporta, página tras página, hacia un final sorprendente.
Lo primero que se nota al adentrarse entre las páginas de La hora del mar es un aroma inconfundible a thriller de manual. Emulando a gente como Harris, Grisham, Chricton o Brown, el autor despliega todo el arsenal de trucos habituales del género, manteniendo la intriga (a veces demasiado) y dosificando las escenas para marcar un ritmo decididamente cinematográfico. Sisí domina la descripción de las escenas de acción, al más puro estilo de Verhoeven y sus tropas del espacio (tan diferentes de las de Heinleim), pero sabe marcar el contrapunto mediante un desarrollo impecable de sus personajes.
Tanto es así, que cuando pretende que odiemos a uno de ellos lo consigue sin problemas, para al capítulo siguiente hacernos admirar a otro recién aparecido. Algunos destacan sobre los demás: Pichou, Merardo y Koldo forman un trío de ases, a grandes rasgos todo lo que esta historia necesitaba para ser redonda. Pero, tal vez por cumplir con los estándares de extensión, o quizá por una preferencia que no pudo remediar, Carlos Sisí incluye una larga subtrama en los Estados Unidos que, pese a ser sobresaliente (buenos personajes, geniales diálogos y mucha y muy bien llevada acción) parece metida con calzador, hilada con el resto de la trama (que transcurre en la península) como si a un jarrón de arcilla ya terminado se le añadiese un pegote de barro simplemente por no desaprovecharlo.
Es por esto que la novela alcanza en su edición rústica las quinientas y pico páginas, adoleciendo de un desarrollo bastante cansino y sin apenas información que ensucia la impecable ejecución del principio y el final de la novela. De esto, del final de la novela, me encantaría hablar abiertamente, pero me no quiero revelar la trama. Mi opinión: ...descafeinado, pero aprueba. Un seis sobre diez con opción a alegato.
Por lo demás la edición es sobresaliente, y tan solo se encuentran un par de erratas menores. En cuanto al estilo, como ocurre a menudo con los escritores de thriller, el autor utiliza un lenguaje que de simple le hace caer en la repetición de palabras, hasta cuatro y cinco veces en algunos párrafos, lo que por otro lado no ocurre con demasiada frecuencia.
Personalmente, no me ha gustado la divagación sobre la teoría de cuerdas que el autor ha puesto en boca (más bien en mente) de uno de los personajes, un divulgador científico, para más señas. Aquí se ha metido en camisa de once balas, dejando ver su ignorancia sobre el tema, lo que es una lástima cuando sobre otras cuestiones como las militares y geológicas se ha documentado a conciencia. Hay muchos otros errores de física elemental a lo largo de la novela, pero a estos hay que darles el pase en pro del argumento.
Siempre y cuando os guste el género —a mí me ha llegado a recordar a la peli setentera Capricornio Uno—, podréis disfrutar de La hora del mar, en la que Carlos Sisí se muestra a la altura de cualquier otro escritor de thriller internacional.
Debe ser complicado escribir una novela con ciencia ficción argumentándola en cuestiones físicas. Mejor dejarlo estar... no deja de ser ciencia ficción.
ResponderEliminarHemos llegado a la misma conclusión pero por vías distintas: yo no la considero una novela de ciencia ficción, ya que no postula ninguna propuesta científica, ni realiza ninguna especulación o análisis científico o sociopolítico. Precisamente por eso, por ser una novela de fantasía y terror (en la que el propio autor no pretende ningún rigor científico), hay que dejarlo estar. Si fuese ciencia ficción, sí que le exigiría mucho más.
EliminarEn mi próxima entrada hablaré de mi opinión sobre los niveles de rigor de la ciencia ficción.
Buena reseña. Veo que no lo pondrías, ni de lejos, como el mejor del 2012...
ResponderEliminarHay que tener cuidado con exigirle cosas a determinados géneros. Cuando veo Space Opera, por ejemplo, lo que menos me preocupa es el terreno científico.
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No, no es el mejor, aunque es una estupenda novela de terror patrio, si te gusta el estilo comercial de un thriller. Creo que Carlos Sisí va a tener mucho éxito en el futuro inmediato.
EliminarEs cierto que, cuanto más exigente es uno, menos satisfecho queda. Para no decepcionarse continuamente y apagar el televisor o defenestrar el libro, hay que utilizar pequeños trucos de perspectiva. Para mi la Space Opera es fantasía, sin más (Star Wars, Star Trek, Galactica, ¿Farscape?). No creo que ambientar una historia en el espacio baste para crear ciencia ficción. Pero hay un punto medio muy agradable, como en la genial Stargate, donde hay muchas imperfecciones científicas pero también se esfuerzan por justificar el viaje intergaláctico, ser coherentes con el funcionamiento de estrellas y sistemas planetarios o hacen referencia a teorías especulativas en voga como el Grey Goo.
Muy bueno el link, por cierto ;D.
Ya no me acordaba de Farscape. Hmm, voy a volver a verla entera, jeje.
EliminarOjo, que eso de definir qué es CF y qué fantasía es un poco peliagudo; a lo mejor se te cae encima una avalancha de fans de una y otra franquicia...
Pues sí que es peliagudo, sí. Menos mal que avalanchas, en esta web tan humilde, espero pocas. Pero bueno, evidentemente el post que escribiré será solo mi opinión, mi definición personal de lo que es la ciencia ficción y de los ingredientes que tiene que tener. Y también incluiré la opinión de los clásicos, cómo no. Un artículo como los que escribía en los inicios de este blog, y orientada mucho más a la literatura que a la televisión o el cine.
EliminarSi antes digo que este autor va a tener éxito... Acabo de enterarme de que le han concedido el X Premio Minotauro por su novela Panteón, que "es un cóctel entre Alien y Lovecraft que agita y mezcla el género clásico de la space opera y las honduras del mejor terror cósmico". Tiene buena pinta. Desde aquí le doy mi enhorabuena.
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