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martes, 30 de agosto de 2011

Ciencia y revolución

"Les ruego que pongan de su parte a la hora de acompañarme en este viaje hacia los albores del tercer milenio. El nacimiento de una época que los historiadores conocen hoy como la quinta edad de la historia –cesó para beber un largo trago de agua–. La era de la revolución informática, la era de la globalización, la tercera era de las revoluciones, la era de las crisis sistémicas, la era de la emancipación del conocimiento, la era de la conquista espacial. Si ya fuese la cuarta edad, tradicionalmente conocida como edad contemporánea, la edad del condicionamiento económico, la era de la subyugación de los ideales a la gestión de los recursos, fueron aquellas primeras décadas de nuestra edad tiempos de renovación, de un cambio profundo del vocabulario social."
La portada NO oficial, fruto de una tarde de cafeína, nicotina, post-rock y un Gimp que cada vez que lo abro me hace añorar el Photoshop un poco más.

Me planteaba estos días la conveniencia o no de hablaros de mi nueva novela, y en caso de hacerlo cuánto debía desvelar aquí de ella. Pero qué demonios, ¿por qué no iba a contarlo?

Terminé el manuscrito a mediados de la semana anterior, y a falta de su revisión y corrección será mi segunda novela, de una extensión similar a El rebaño del lobo, aunque radicalmente diferente.

Será para empezar una novela antológica, o casi casi una antología a secas. Habrá un relato principal que envolverá a los demás, al modo de las mil y una noches.

De la mano de Mikelu Savanna, un misterioso y excéntrico profesor del siglo XXII, leeremos una serie de relatos del género que nos acercarán a la literatura sumergida de ciencia-ficción en los albores de la quinta edad de la historia.

El libro tendrá pues varios valores: la trama principal -la del profesor Mikelu Savanna-, la trama de cada uno de los diferentes relatos, y las reflexiones que sobrevienen en voz del profesor y sus alumnos tras la lectura de cada relato, que tratarán la literatura, la ciencia ficción y la revolución. De ahí el nombre (¿provisional?) del libro. Ciencia y revolución, simple y llanamente porque tiene una cadencia similar a "ciencia-ficción", porque el libro habla de este género y también de la revolución de la ciencia y de la ciencia de la revolución.

Tal vez lo veáis en las tiendas, o tal vez no. Lo que es seguro es que yo me lo he pasado como un enano escribiéndolo...

Más noticias cuando las tenga.

domingo, 28 de agosto de 2011

Pulgares oponibles


Leyendo el prólogo de la antología Calabazas en el trastero: Bosques, redactado por Sergio Mars (La mirada de pegaso, El rayo verde en el ocaso), no puedo dejar de pensar en aquel escenario primigenio que fueron las selvas primordiales, el hábitat de nuestros ancestros arborícolas, y en (Sergio lo explica muy bien) aquel descenso del antepasado del hombre, aquel abandono de las verdes alturas para, empujado por la necesidad, recorrer la inhóspita sabana en busca de alimento, en pequeños grupos tal vez no muy distintos de las sociedades que aglomeran los primates actuales.

Imagino a aquellos precursores tímidamente erguidos, con la torpeza del desuso, atisbando por encima del nivel de la alta hierba para así trazar y alejar la línea del horizonte, en un nuevo ambiente en el que (lo escribe Sergio) la capacidad de ver antes de ser visto resultaba de importancia crucial. Y ahora, si puede saberse, ¿para qué demonios sirven las extremidades delanteras, acostumbradas por cierto a asirse a las ramas, a agarrar prensílmente el alimento?

El paso de los evos y un instinto genético que (sin medias tintas) nos impide mantener las manos quietas y vacías, pero no llegar a las mismas (a las manos, se entiende), casi hacen del uso de herramientas (¿armas?) algo inevitable. La cadena de causa efecto, cuyo principio no me atrevo a determinar, es la siguiente: el uso de las manos requiere de habilitas, un modo nuevo de pensar, y ese nuevo modo de pensar promueve el uso de herramientas, nos aúpa hasta el habilis (eslabón más, eslabón menos).

El palo de la fregona... y la dialéctica. Las toallitas húmedas... y la lírica. El ventilador de mano... y la heurística como lo que es, un lavado de cara de la intelectualización del mono, un modo de descubrir, de inventar, de resolver problemas mediante un pensamiento nuevo o que era nuevo hace dos millones de años.

Y mi rápida y valiente conclusión (valiente en un sentido totalmente peyorativo) ha sido la que tenía que ser cuando, dobleces de la vida, uno es a ratos un convencido humanista y a ratos un irreconciliable misántropo, y a los más una increíble mezcla de las dos cosas. Y es la siguiente: que la inteligencia no es sino una anomalía evolutiva, un efecto secundario no previsto, una casual broma del determinismo o del albedrío, de Dios o del universo, de un lejano ente consciente o incluso, por qué no, de un monstruoso espaguetti volador.

Y digo yo, vaya broma pesada...


jueves, 18 de agosto de 2011

Entrevista en el blog Sobreliteraturafantástica

La podéis leer aquí, y ya de paso echarle un buen vistazo a todo lo que tiene que ofrecer este interesante blog de literatura del género.

lunes, 15 de agosto de 2011

Mundodisco: A espaldas de la Gran A'Tuin


Con la edición de bolsillo de El quinto elefante en las manos y Ladrón del tiempo en la estantería, y aún tengo el atrevimiento de preguntarme sobre qué tema hablar en esta entrada. ¿Cómo he podido tener un blog durante tanto tiempo sin escribir sobre el Mundodisco? Pero -aunque tarde- repararé mi error, que no cunda el pánico. ¡Pasen y lean, el precio de entrada son cinco... no, diez dólares de Ankh-Morpork! ¡Y me voy a la ruina!


La tortuga se mueve

Contemplad la inmensidad estelar... ¿Qué es aquello que asoma tras la constelación de la hormiga beoda? ¿Tal vez un quelonio del tamaño de un astro, con cuatro elefantes en la grupa y el mundo plano como un plato sobre la espalda de estos?

Pues... sí, eso es exactamente lo que es.

El mundodisco es un lugar en el que la magia no tiene ni el más remoto parecido con el arte de sacar un conejo de una chistera, una tierra en la que el mismo tejido de la realidad es tan fino como el papel y en el que constantemente intentan adentrarse las cosas de las dimensiones mazmorra.

El mundodisco es también un lugar en el que los magos juran celibato, un mundo en el que las brujas no quieren pagar impuestos y en el que los enanos tienen serios problemas durante el flirteo (empezando por la dificultad que implica averiguar el sexo del otro enano).

Una tierra, en definitiva, en la que los cayados de los magos tienen un nudo en la punta. Un mundo en el que al puercoespín, señores, no se le puede joder.

El valle de Koom, la única batalla en la que ambos bandos sufrieron una emboscada.



El loco del sombrero

"¿Pato? ¿Qué pato? Disculpe señor pero no sé a qué se refiere."
De formación periodista (cuenta que vio su primer cadáver durante su primera hora de trabajo), Terry Pratchett ha sido traducido a más de treinta idiomas, y lleva vendidos más de cincuenta millones de ejemplares en todo el mundo. Humor inglés, fantasía ácida... ¿Cómo definirlo sin caer en clichés? Sus libros te harán reír a carcajada limpia, pero también te emocionarán los personajes que pueblan el mundodisco. El mago Rincewind, incapaz de pronunciar un hechizo; Yaya Ceravieja, experta en lo que ella llama cabezología; el bibliotecario de la universidad invisible, convertido en chimpancé por un escape de magia; Samuel Vimes, el cínico lugarteniente de la guardia... Terry ha creado un crisol de personajes inolvidables para poblar un mundo alocado tal vez, pero sorprendentemente parecido al nuestro.



Una saga para cada paladar

Aunque cada libro puede leerse de manera independiente, muchos de ellos siguen un orden cronológico, divididos en sagas según aparecen en ellos los distintos personajes.


La saga de Rincewind

Rincewind, el mago más inepto en la historia de la universidad invisible, amén de ser el protagonista del primer título del mundodisco, El color de la magia, recorre las inmensidades del tiempo y el espacio siendo fiel a su infalible sistema: huir siempre a la menor señal de peligro. Los cementerios están llenos de valientes. Cada vez que el mundo necesita un héroe, puede verse la espalda de Rincewind en la distancia, alejándose rápidamente...

Rincewind rodeado de las cosas de las dimensiones mazmorra. Por poco tiempo...


La saga de la guardia

El capitán Sam Vimes, un borrachín con las ideas claras y cierta fobia a las clases altas; el sargento Colon, un hombre que aprendió todo lo que sabe de la vida en la escuela de "me lo dijo un tipo en el bar" y se licenció en la universidad de "es de sentido común"; el inolvidable cabo Nobby Nobbs, portador de documentos que acreditan que es humano; y como no, Zanahoria, un enano de un metro noventa de altura.

A las ordenes de Vetinari, el patricio de la ciudad, estos hombres resolverán los más enrevesados crímenes. Una estupenda saga con muchos toques policiacos e incluso (quien lo iba a decir) de la buena novela negra de hace años.

Mal día para encogorzarse con la tropa.

La saga de las brujas

Yaya Ceravieja, la incombustible Tata Ogg y Magrat, la bruja novata, cambiarán constantemente el modo en que funcionan los cuentos, salvando el reino de las hadas buenas, los elfos y los príncipes apuestos, utilizando sus métodos poco comunes. Una saga que gana muchísimos enteros gracias a Tata Ogg, una viejecita calenturienta y borrachina para partirse de la risa, vaya.


La saga de la Muerte

Es un trabajo horrible, pero alguien tiene que hacerlo. ¿Quién mejor que la personificación antropomórfica de la muerte? Claro que últimamente Muerte está un poco... diferente. Tantas horas de trabajo con los humanos le hacen parecerse cada vez más a... en fin, a los humanos. El segador se identifica con la cosecha, y eso no es buena señal. Nadie está contento cuando un esqueleto de dos metros con capa y guadaña empieza a hacerse preguntas filosóficas...

La Muerte dándolo todo durante el apogeo de la "música con rocas dentro".

Otras

También aparecen en muchas novelas (aunque no exclusivamente) los integrantes del cuadro de profesores de la Universidad Invisible, un entrañable grupo de viejos tragaldabas y en las puertas de la senilidad, pero también las personas más poderosas del mundodisco...

Hay otra saga que se podría definir como la de la revolución industrial, en la que el disco es testigo de una modernización desternillante, con inventos como las imágenes en movimiento (el cine) o los clacs (una especie de telégrafo).

Y un par de libros sobre imperios antiguos, en las que aparecen lugares como Efebia (similar al mundo grecoromano), Klatch (Oriente medio/Turquía) Dejlibeibi (Egipto) u Omnia (¿Israel?).

El disco en la pantalla 

Varias novelas se han adaptado a la televisión británica, en miniseries inspiradas en las novelas El color de la magia, La luz fantástica, Papá puerco o Going postal. También aparecieron en su día tres magníficas aventuras para ordenador, Discworld, Discworld II y el imprescindible Discworld Noir, un juegazo como la copa de un pino.
La agente Angua (muy humana ella) en Going Postal.

Conclusión

Poco más queda por decir para convencer a quien todavía no haya conocido el mundodisco, salvo... ¡leédlos, leñe! Eso sí, mucho cuidado, porque son los libros más adictivos que he leído nunca. Claro que a diferencia de lo que ocurre con otros hábitos malsanos, podrás leer esta novela en bares, parques y accesos a edificios públicos... ¡Todo ventajas!