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lunes, 2 de mayo de 2011

"El estribillo de tu novela... "


Empieza por la tarde, cuando me despierto, y termina por la mañana, cuando me duermo. No puedo caminar sin oír esa canción en mi cabeza, no puedo escribir (¡Escribir, la tarea que más silencio requiere en este mundo!) sin que esos acordes sincopados broten a través de la funda de poli-tela de los auriculares, o si estoy solo y la hora no es intempestiva, de los más bien mediocres altavoces del portátil.

Hace días que esto es así, y por el momento no parece ir a parar.

La oí en una serie... en Scrubs, ese peculiar cruce entre Ally Mcbeal, Friends y Urgencias que sorprendentemente me encanta. No le hago ascos a la mayoría de la música siempre que sea de calidad... pero aun así no es ningún secreto que lo mío es la música contundente, o en palabras de  Bill el héroe galáctico: "la música rápida, agresiva y con mucho ritmo, para poder seguirla con el pie".

Y sin embargo no se me pega ningún himno de Pantera o Metallica, sino este tema de The Coral, en un rollo Beatle-Ska de lo más extraño, sí, pero con calidad (tengo que reconocerlo).

Tiene que haber algo en la armonía, en la línea de bajo, en el viento metal, en los coros... ¿Qué es lo que me lleva una y otra vez a pulsar el botón de PLAY? ¿Será la melodía del estribillo? ¿Será la genial división del riff entre las dos gitarras (y mira que son más simples que el mecanismo de un chupa-chups...)? ¿O es la estructura, cada parte durando el tiempo preciso y perfectamente ordenada con las demás?

En mis ratos libres me gusta aporrear la guitarra, y como músico (o musicastro, depende de cómo se mire) no puedo evitar preguntarme esto, no puedo evitar buscar esa piedra filosofal, ese ingrediente secreto que bien utilizado durante la cocción separa las buenas canciones de las mejores... ¿Por qué no puedo dejar de escucharla? ¡Que vuelvan James y Kirk, que vuelva Dimebag, que vuelva Mustaine!

Y digo yo... ¿No estará también entre los ingredientes de los buenos relatos esa especia secreta, tan formidable y adictiva? ¿No puede encontrarse también el modo de que un libro no salga de la mente de quien lo lea, quedando allí aun mucho después de haber sido leído?

Escucho la misma canción en reproducción continua; el final del post se acerca y solo me queda preguntarme: ¿Tan reprochable es admitir que me encantaría que algún día me dijeran, marcando el compás con el pie: "No pienso en otra cosa, no me quito de la cabeza el estribillo de tu novela"?

5 comentarios:

  1. Es dificil describir que es lo que te llama la atención de un tema que te gusta. Muchas veces no es nada relacionado con el plano musical. Sino simplemente la situación en la que estabas la primera vez que la escuchaste.

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  2. Yo descubrí la música gracias a "Queen", y todavía es el grupo que más me gusta. Sí que hay libros que se quedan adheridos en la mente, ocurre cuando encuentran al lector idóneo.

    La canción que has puesto es muy pegadiza xD.

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  3. @Odiealex: Tienes razón, no lo había pensado. Aunque pensándolo bien, en este caso me encontraba sentado en el sofá, viendo la tele...

    @Watson: En su día ya me enganché a Bohemian rhapsody, y desde entonces Queen también es uno de mis grupos preferidos. En cuanto a lo de la canción... ¿me lo dices o me lo cuentas? xD

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  4. Por tu culpa ahora no me saco la canción de marras de la cabeza. >_<

    ¡Me vengaré!

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  5. ¡Lo sabía, muahahaha! xD
    Por lo menos no es una mala canción, piensa que siempre podría ser peor... ¿Alguien ha dicho King África?

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